Presentación del Boletín de Espiritualidad 41

Miguel Ángel Fiorito sj





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Las reflexiones que siguen, en estilo muy directo, fueron, en su origen, una conferencia pronunciada durante un "seminario", la que, grabada -y luego desgravada- ha sido pedida a su autor, el P. Fernando Boasso, para su publicación en este BOLETIN DE ESPIRITUALIDAD.

Tienen, según su autor, una intención muy limitada, pues solo pretenden ser una mirada de simpatía hacia la práctica del catolicismo popular. A algunos les parecerá poco crítica y apresurada. Fue de ser. Y hay otro factor que relativiza su valor, y es que se publica -en este Boletín- sin las exposiciones de los PP.C.Farrell y L.Gera, los otros expositores en el "seminario" de origen.

Con la calificación de catolicismo popular se está suponiendo una manera peculiar de vivir la fe, dentro de la Iglesia católica: la manera popular, que se diferencia de otro modo de expresar la fe católica, la del catolicismo culto, ilustrado, que no es popular.

Atendemos a lo popular, en oposición a lo inculturado y expresado en el registro ilustrado de la modernidad. El objetivo del autor no es tanto un intento de juicio valorativo -aunque sí más bien presuponga sus valores auténticos, que naturalmente no excluyen sus fallas-, sino un ensayo de visualizar al catolicismo popular inserto en la interpretación de un marco cultural y teológico que nos permita comprenderlo y valorarlo mejor. Todo lo cual nos ayudará para una pastoral popular.

No resulta fácil señalar lo que define esa manera diversa de expresar la fe, ni demarcar la frontera exacta de la cosa, si es que la hay tan exacta (1). En su exposición, el autor intenta sólo una aproximación, destacando algunos elementos; y, empezando por el que parece ser un elemento muy importante, el más radical, que consiste en el modo cómo se visualiza a Dios, cómo se lo concibe, o sea, qué tipo de imagen de Dios subyace en esta manera de expresar la fe.

Esta visión de Dios es, a la vez, una visión del mismo Dios y sus relaciones con Dios, que tienen, para nuestro autor, mediaciones de dos tipos, rituales las unas y teológicas las otras. El autor se detiene más en la exposición de las primeras -y es la parte más importante de este trabajo- : en primer término, la misma Iglesia-institución; y luego los ritos, que tienen de común el contar, como centro, a la misma Iglesia. Y termina refiriéndose a las mediaciones teológicas -fe, esperanza y caridad- en forma breve.




Notas:

(1) Cfr. ¿Qué es la Pastoral- popular? (Editora Patria Grande, Buenos Aires, 1974), donde el autor recopilando y ordenando los conceptos vertidos en un "seminario"- define el pueblo (pp.25-48) como una realidad que se gesta en una historia, que es un sujeto colectivo, y que tiene una cultura. Esta última dimensión es, para el autor, la más definitoria, poniendo especial énfasis en el ethos económico. Una concepción similar -pero con un énfasis especial en el horizonte de nación- puede verse en M. A. FIORITO y J. L. LAZZARINI, “Un aporte de la historia a la pastoral popular”, BOLETIN DE ESPIRITUALIDAD n. 34, pp.1-3. Véase también, de los mismos autores, Originalidad de nuestra organización popular, BOLETIN DE ESPIRITUALIDAD n. 37, pp. 1-3 , y también BOLETIN DE ESPIRITUALIDAD n.36, p.1.









Boletín de espiritualidad Nr. 41, p. 1.


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