Boletín de Espiritualidad
de la Provincia Argentina de la Compañía de Jesús
Origen e historia del Boletín de Espiritualidad
El Centro de espiritualidad de la Provincia Argentina de la Compañía de Jesús fue creado en el año 1968 con un doble fin, a saber “fomentar una inquietud dentro de la Provincia por todo lo referente a los problemas espirituales y coordinar los diversos esfuerzos que se hacen en este sentido”.
Cuando las comunidades de la Provincia fueron consultadas acerca de la iniciativa, todas expresaron el deseo de “una actualización de sus conocimientos en los problemas relacionados con su acción apostólica”, es decir de una ayuda para la formación permanente. Esto no significaba descuidar “el deseo de interiorizarse cada vez más con el carisma peculiar de nuestra Compañía”.
Esta respuesta de la Provincia es coherente con el momento histórico en que se encontraba. Como fruto del Vaticano II, se percibía en toda la Iglesia un movimiento de renovación que daría lugar a proyectos que buscaban una mayor inserción en el mundo. El Concilio llamó a la Iglesia a salir de sus cuarteles, a abrirse al diálogo con ese mundo que era complejo y se iba haciendo más complejo; y al mismo tiempo resaltó la importancia, en la vida de la Iglesia, de volver a las fuentes, y para la vida religiosa una recuperación de los carismas de cada familia. Por eso, la preocupación primera de la Provincia era la acción apostólica.
El Centro de Espiritualidad fue saludado con alegría como instrumento que pudiera ayudar en esta labor. La intención de esta publicación era la de prestar ayuda a la Provincia en una orientación renovada que ayudara a poner en práctica concretamente la renovación propuesta por el Concilio como un regreso a las fuentes, pero también como una traducción a la vida espiritual y a la pastoral de esta renovación.
En la presentación del Centro y de su publicación, el Boletín de Espiritualidad, su director, el P. Justo González-Tarrío, explicaba que se consideró que la respuesta práctica a estas inquietudes era triple: ofrecer
(1) “un servicio de información bibliográfica”;
(2) “resúmenes de artículos aparecidos en revistas especializadas”; y
(3) “la colaboración de aquellos que deseen ofrecer sus reflexiones personales sobre diversos aspectos de la Espiritualidad”.
Es significativo señalar que esta triple propuesta consistía en poner en papel y hacerlo extensivo a toda la Provincia, lo que se hacía de forma oral en el ambiente del Colegio Máximo, compartir lecturas, discutirlas y presentar las reflexiones propias, incluyendo en ellas lo leído y discutido.
En los 26 números que aparecieron mientras que el P. González-Tarrío fue director del Boletín vemos que se mantiene esta propuesta. De los 39 artículos publicados, 24 son de autores especializados de fuera de la Provincia; 13 son reflexiones de miembros de la Provincia, un artículo es una reelaboración de dos libros y aparece sin autoría y otro es, propiamente, una información bibliográfica organizada por capítulos.
Cuando a fines de 1972 el P. González-Tarrío volvió a su Provincia, el P. Miguel Ángel Fiorito asumió la dirección del Centro y del Boletín. El 31 de julio de ese año el P. Jorge M. Bergoglio asumiría como Provincial.
Bajo la dirección del P. Fiorito, el Boletín conserva el formato y las propuestas que tenía bajo su antiguo director. En los años del Provincialato de Bergoglio (1973-1978), se publicaron 32 números del Boletín (del 27 al 59), con 48 artículos, 22 de especialistas exteriores y 24 artículos de miembros de la Provincia y cuatro son textos de autores clásicos.
A pesar de la continuidad en la forma, el Boletín se fue volviendo más marcadamente orientador para la Provincia. Esto se debía al lugar que ocupaba el P. Fiorito en la formación y a la autoridad personal de que gozaba por lo que, de alguna manera, era considerado el Maestro espiritual de la Provincia.
De esta manera hemos señalado un contexto concreto. Históricamente nos encontramos en una época de renovación, que dicho de manera simple se entendió de dos maneras contrastadas: algunos entendían “renovación” como cambio, otros como rejuvenecimiento. En la tensión de estas dos visiones se encuentra la Iglesia Latinoamericana, no siempre con una clara orientación.
Pero también tenemos una “forma de ser” particular del ambiente en el que surge el Boletín. El estudio, la reflexión, el intercambio van madurando ideas que adquieren forma conceptual en los artículos, pero que son el fruto de la propia experiencia pastoral junto con las más variadas lecturas que se van asimilando de manera, quizás, asistemática y existencial. De muchas lecturas personales compartidas y asimiladas por el grupo no quedan referencias a pie de página. En la mayoría de los casos resulta difícil distinguir el origen de un concepto y la reelaboración hecha por el grupo.
Nuestro proyecto del Boletín de Espiritualidad online
En la actualidad resulta difícil encontrar ejemplares de estas publicaciones que contienen un rico material para la reflexión personal, la profundización en la espiritualidad ignaciana y el apostolado de la dirección espiritual y los Ejercicios.
A algunos, los Boletines de Espiritualidad de la Provincia Argentina de la Compañía de Jesús les permitirá conocer el entorno espiritual de una época de la Provincia y en este contexto comprender un poco mejor la dinámica apostólica y de formación de la Provincia.
A otros, el Boletín les permitirá comprender mejor el contexto donde se ha formado y ha transcurrido la primera etapa de la vida sacerdotal del Papa Francisco.
Por estos motivos, el Hno. José Molina sj y el P. José Luis Narvaja sj, en el marco del Instituto Thomas Falkner sj para el estudio de las fuentes de la teología, filosofía e historia de la ciencia, han emprendido este proyecto con el propósito de poner al alcance de un mayor número de lectores, este material que forma parte de nuestra historia y que a la vez puede enriquecer nuestro presente.