Presentación del Boletín de Espiritualidad 24

Justo González Tarrío sj

Desde hace ya unos meses, a lo largo y a lo ancho de la Compañía de Jesús en todo el ruido, se ha puesto en marcha la preparación de la próxima Congregación General que, Dios mediante, se realizará a fines de 1974 o principios de 1975.

A través de diversas comunicaciones, tanto oficiales coso informales, se ha podido percibir una gama muy variada de reacciones.

El trabajo del P.Ladislas Orsy -húngaro, nacionalizado en Estados Unidos, y perteneciente a la Universidad de Fordham- puede servir para una seria reflexión sobre los fines y objetivos de una Congregación General.

Como podrán advertirlo los lectores, no se trata de "recetas” para un cúmulo de inquietudes y esperanzas que han surgido durante la primera y más remota fase de la preparación de la Congregación General XXXII, sino una ayuda ofrecida a las comunidades y a las personas para que se planteen con seriedad sus actitudes y posibles apartes a la futura Congregación.

Algunas da las sugerencias del P.Orsy pueden ser las que otros harían o ya han hecho; otras en cambio pueden ayudar a explicitar las propias, provocando una sana y fraterna confrontación.

El Centro de Espiritualidad de la Provincia Argentina de la Compañía de Jesús (C.E.S.I.) por su parte, ha creído conveniente, tomando como punto de partida las reflexiones del P.Orsy, hacer sus propias consideraciones, y publicarlas en este mismo Boletín de Espiritualidad.

El punto de vista adoptado por el C.E.S. I. es el que se indica en el titulo escogido: La Congregación General como ‘'ejercicios espirituales" de la Compañía de Jesús como "cuerpo".

El C.E.S.I. quiere pues subrayar que la Compañía de Jesús es un "cuerpo" (cfr. Suplemento del Boletín de Espiritualidad, n.2, “Misión, cuerpo y cabeza” en la Compañía de Jesús); y que como tal tiene, en la Congregación General, la oportunidad de hacer “ejercicios espirituales” como los entendía San Ignacio en sus Constituciones.

Este Boletín de Espiritualidad continúa por tanto uno anterior, titulado "La comunicación comunitaria local", en el cual esta misma concepción de la Congregación General se transfería a sus comunidades locales (cfr. especialmente pp.28-31, 36-40 y 45-46).

Esperamos así que estas publicaciones presten un servicio fraternal, precisamente cuando todos los jesuitas nos disponemos a comenzar una nueva etapa en le preparación de la futura Congregación General XXXII.