Presentación del Boletín de Espiritualidad Nr. 75

Miguel Ángel Fiorito sj

Presentamos un artículo de Tomás H. Clancy sj, titulado El malestar de sentirse bien que hemos traducido de Cahiers de Spiritualite Ignatienne, V (1981), p. 85-114 (a - gradecemos la traducción a M. M. Bergadá).

"La tesis de este escrito, nos dice su autor, es que hay hoy demasiada tristeza entre la gente -el autor dice textualmente “entre los jesuitas norteamericanos”: en la oración, en el trabajo, en el descanso, escasamente damos la impresión de participar de la alegría espiritual prometida a aquellos que han recibido el Espíritu Santo. Según los términos de S. Ignacio, tenemos mucho de desolación, y demasiado poca consolación...

El autor se refiere -como acabamos de indicar- a su experiencia entre los jesuitas norteamericanos; pero hemos pensado que lo que dice vale de otros ambientes, no sólo jesuitas, sino sacerdotales y religiosos en general y aun de laicos apóstoles.

Por ello lo publicamos, quitando las referencias demasiado explícitas a los jesuitas norteamericanos; y también abreviando en algunos lugares, y prescindiendo de aquellas "notas al pie de página" que no corresponden a nuestro ambiente.

"La consolación -concluye diciéndonos el autor- se acerca mucho a ese gozo espiritual que los escritores ponen en la cima de la vida consagrada -y no hay ninguna razón para sentir malestar por sentirse bien, había dicho poco antes- ...

"Dios quiere que seamos felices. Quiere inundar nuestras almas con sus delicias... San Agustín es vehemente a este respecto. Se indigna ante el pensamiento de que, mientras el hombre carnal tiene sus goces, el hombre espiritual no los tendría. Insiste diciendo que debemos implorar a Dios que añada, aun a la prueba que nos envía, una dulzura tan grande que la prueba se nos convierta en delicia. Es lo que sucedió en la vida de Ignacio, de Javier y de Fabro, como hemos visto..."

Como apéndice, hemos añadido extractos de la obra del Maestro San Juan de Ávila, Audi ,filia Y a esos extractos los hemos titulado Confianza e Dios en la desolación.